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Cómo validar tu idea de producto o servicio:
A lo largo de la historia, muchas han sido las personas que han intentado convertir sus ideas en exitosas empresas, pero no tantas han seguido un orden lógico a la hora de dar los pasos necesarios para alcanzar el éxito con su producto o servicio. En este primer post del blog de Starters queremos compartir con vosotros algunos consejos que os pueden ser de utilidad a la hora de afrontar el proceso de validación de un producto o servicio que tengáis en la mente.
Recordemos que hablamos de validación. Nuestra idea puede tener cabida en el mercado o no tenerla, es lo que intentamos averiguar. Realizar de manera correcta el proceso de validación no asegura que nuestra idea tendrá éxito; pero si superamos todas las fases del proceso, y finalmente la validamos, tiene más oportunidades de tenerlo.
Para validar un producto o servicio, debemos cerciorarnos primero de que existe un problema que este producto o servicio va a resolver. Este problema debería ser una prioridad para quien lo sufre y nuestra intención debe ser conocerlo a la perfección para poder construir un producto que lo solvente.
Para comenzar la investigación, necesitamos ponernos en contacto con las personas que sufren el problema día a día. Una buena manera de encontrar la gente adecuada que nos pueda dar la información que necesitamos acerca del problema es “espiar” a las empresas cuya actividad está relacionada con este último. Una vez tengamos los contactos, tendremos que concertar entrevistas con esta gente para recaudar toda la información posible acerca del problema y de cómo este afecta a los que lo sufren. Tenemos dos objetivos:
El primero es recabar los datos demográficos del cliente para establecer un perfil de personas que puedan sufrir el problema. El segundo es sacar la máxima información posible acerca del problema que estamos investigando, cómo afecta a aquellos que lo sufren y la manera en la que hoy en día se está solucionando.
Si hemos obtenido señales convincentes y fuertes de que el problema existe y la gente quiere solucionarlo, pasaremos a validar nuestra solución. Este proceso, también se puede realizar mediante entrevistas cara a cara con el cliente. Para ello tendremos que construir primero una demo de la que sería nuestra primera idea de solución. No tiene por que ser extremadamente realista, basta con que se pueda entender claramente el proceso. Por ejemplo, si la solución que tenemos pensada es una aplicación, podemos presentar capturas de pantalla de las diferentes fases de la app, explicando a su vez el proceso que seguiría el usuario. El objetivo es validar que la solución que tenemos en mente realmente resuelve el problema para las personas que lo sufren, y en caso de que esto sea así, que estas personas están dispuestas a pagar un precio aceptable por esta solución.
Si quieres saber más sobre este proceso, te recomendamos estos tres libros en los que los autores explican explican muy bien el proceso de validación y desarrollo de producto:
Running Lean: Ash Maruya
Lean Startup: Eric Ries
The Four Steps to the Epiphany: Steve Blank